lunes, 25 de diciembre de 2017

¡La lucha puede ser larga y difícil pero tiene su recompensa: volver a vivir!

 ¡Hoola! Tras unos meses sin dar señales de vida estoy aquí de nuevo, esta vez con un tema que a cualquiera le puede pasar, la misma situación u otra, pero hay situaciones que llegan inesperadamente a nuestras vidas y tenemos que luchar para afrontarla. También escribo hoy esta entrada porque es algo que he experimentado y quizás mi experiencia pueda ayudaros.

Voy a comenzar con dos textos escritos el 17 y 18 de julio de este año en los que me expreso de cómo ha sido más o menos este año para mí, y a continuación de ello con preguntas y respuestas que quizás os puedan servir sí os surgen dudas o estáis pasando por una situación así. Espero que con esto las personas que tengan esos pensamientos logren quitárselos. Recuerdo que en el formulario de contacto o en comentarios os podéis poner en contacto conmigo, os responderé encantada y ayudaré en lo que pueda.

¡La lucha puede ser larga y difícil pero tiene su recompensa: volver a vivir!

 
17 de julio de 2017.

Hoy ha pasado un año, ¿de qué? Del último día o últimas horas de una etapa en mi vida, yo no lo sabía 100% pero sí me lo olía, es algo que no puedes saber cuando va a llegar, viene inesperadameente sin avisar, tan inesperadamente que no te da tiempo a reaccionar y menos a actuar. Es algo fugaz, ves tu vida cambiar en segundos. Y eso no significa que haya sido la culpa de alguien, no, son cosas que vienen de imprevisto y no estamos preparados para aguantarlo, eso sí que debemos de estar preparados, según lo que dicen, pero no siempre podemos estarlo, y no por ello somos más débiles.
Cada uno pasa por situaciones iguales, similares o distintas, unos tienen fuerzas cuando les llega, otros ya no tienen nada de fuerzas para afrontarlo, o más bien, no saben cómo afrontarlo pero no hay tiempo a pararse a pensar cómo hacer frente a ello, el tiempo corre.
Como ya he dicho anteriormente, yo ya me olía que algo iba a pasar pero el qué no lo sabría 100% hasta un día después...
Aquí la culpa no es de nadie, no escribo esto echando la culpa a alguien, no. Esto son cosas que pasan, que no las esperas y llegan sin avisar, hacen daño pero todo se puede solucionar, o casi todo. También voy a decir que estas situaciones inesperadas enseñan y te hacen aprender lecciones. Empiezas sin nada, sin fuerzas, preguntándote cosas respecto a la situación y acabas luchando desde el primer segundo sin haberte dado cuenta, y te toca seguir luchando, ahora ya no puedes parar...

18 de julio de 2017.


Llega un día y te viene una situación inesperada en la que tienes que actuar ya, sepas o no, en la que comienzas una andadura para luchar contra eso, en la que por mucho que caigas te tienes que levantar por cojones porque la vida corre, no te espeta, tengas fuerzas o no tienes que seguir, poco a poco vas aprendiendo como afrontarlo, como levantarte cuando te caes, es una andadura en la que te ayudan pero todo lo que haces es hecho por ti. Poco a poco te vas recomponiendo conforme pasan los meses, vuelves a caer y te vuelves a levantar, sigues recomponiéndote día tras día. Recuerdas como cambió con esta situación inesperada. Luchas sin fuerzas porque has vuelto a caer, te levantas y sigues, y así día tras día, una lucha continua. Notas que esto te ha hecho mella en ti, ojeras, fortaleza interior al igual que roturas internas, tú sigues, cortas el cordón de la muerte prometiéndote que no volverá a suceder, y aún así sigues luchando con una sonrisa. Hay situaciones que no esperas y te parten en miles de pedacitos pero no esperan a que estés preparada, tienes que saber como afrontarlo y seguir adelante. Hasta que un día parece que lo has conseguido o queda menos. Nunca debes rendirte. 18/07/2016 - 18/07/2017



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Hoy, más de un año después, me decido a subir estos dos textos, el primero es uno que escribí para mí y el segundo lo subí junto a una foto a mi perfil de instagram, y los subo aquí porque creo que es una buena forma de expresar cómo lo he pasado en todo ese tiempo y de algún modo algunas personas que puedan leerlo pueden sentirse identificadas y ver que todo tiene solución, que de todo se sale, y el cordón hacia la muerte hay que cortarlo, de raíz es lo mejor pero no siempre se puede.

¿Cómo sucedió todo? No lo sé, es una pregunta complicada de responder ya que todo fue demasiado rápido pero a la vez no. Las cosas en mi vida empeoraron en junio de 2016, el mes anterior a que sucediese esto, cometí muchos errores ese mes, de los cuáles pagué sus consecuencias correspondientes. No todo fue de golpe y porrazo pero sí algo hizo que la gota del vaso colmase y yo acabase teniendo que luchar por mi vida y después de ello, luchar por salir adelante, no tenía tiempo que perder, la vida corre y no te espera, no sabía cómo saldría adelante pero tenía que empezar aquel recorrido para conseguirlo.

¿Qué pensaba cuando decidí acabar con mi vida? Realmente, no lo decidí, fue algo que ocurrió, no pensé nada, directamente actué. Sinceramente, no sé ni explicarlo, porque fue ir directamente a hacerlo sin haber pensado nada del tema.

¿Cómo transcurrió todo? Tengo muchas lagunas sobre como sucedió todo, desde que hice semejante locura hasta llegar al hospital cálculo una hora y algo, porque no me pillaron de inmediato, cuando llegué serían un poco más de las 11:30 pero 100% no lo recuerdo, sé que fue entre las 11:30 y 12:00 como mucho. Yendo a la pregunta, todo transcurrió bastante rápido pero para mí fue demasiado lento.

¿Me sirvió para aprender? Sí, sin duda, he tenido muchos intentos pero ese me enseñó hasta el punto que no ha vuelto a suceder ni sucederá, aprendí la lección, y si lograron salvarme fue porque yo debía estar viva -y debo estarlo- y que no había llegado mi hora aún.

¿Afectó demasiado a mi familia y a mí? Sin lugar a dudas, sí. Pasó en verano y el resto del verano fue 'esclavitud' para todos. De tener que adelantar las vacaciones del trabajo a no estar sola en ningún momento porque no podía estarlo... Esto no solo les a ellos, a mí también, volví a las andadas, no tenía hambre, perdía peso constantemente, vomitaba hasta sin comer de lo mal que estaba.

¿Hubo cambios a raíz de eso? Sí, bastantes. Más desconfianza por parte de ellos por un tiempo, y para mí, tuve que dejar los estudios por la mañana para meterme en turno de tarde y a distancia, aunque realmente yo no estaba preparada, mi cabeza me pedía estar un año sin estudiar porque no era capaz, pero sí lo hubiese dejado quizás no hubiese logrado salir del pozo, o eso pienso a día de hoy. Tuve cambios de muchos aspectos, y con muchísimo esfuerzo, con muchas caídas, logré salir.

¿Qué quiero decir con todo esto? Por favor, si tienes el pensamiento de quitarte del medio, o no lo tienes pero necesitas ayuda de cualquier tipo, pídela antes de que sea tarde. Vuestra familia os quiere, de un modo u otro, vuestra gente también, y haciendo eso lo único que conseguís es hacerles daño y que ellos nunca logren perdonarse eso, porque verían como que hubiesen podido hacer algo y no lo hicieron. Yo, por suerte, tuve esa opción de vivir, pero por muy poco no la tengo. No juguéis con estas cosas, os podéis arrepentir. Yo he sacado una conclusión de todo esto, si a mí me salvaron por muy poco pienso que es porque aún no había llegado mi momento, porque me tocaba vivir, y aunque me costó lo que no está escrito recuperarme, lo conseguí, y estoy viviendo en todas las medidas de lo posible. Este fue mi último intento, y por muchas situaciones que pase, sé que quiero seguir luchando y vivir. Si yo puedo, vosotros podéis, pero con ayuda todo es más fácil, no tengáis miedo a pedirla. 

El suicido es una salida. NO, el suicido no es una salida, la lucha sí lo es.

¡Feliz Navidad! Os prometo que escribiré lo más pronto posible.


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