viernes, 29 de noviembre de 2019

Jamás pensé que fuese a subir esto... Parte 1. Día Internacional de la Lucha Contra los TCA.

¡Hola a todos! Hace mucho que no me paso por aquí, no me encontraba preparada para escribir aquí, sentía decepción conmigo misma, también hacia el resto pero sobretodo hacia mí misma. No podía contaros algo que en ese momento no estaba sintiendo, que en ese momento en mi vida no era así.



Voy a compartir algo que escribí hace unos días (y que algún día continuaré y entraré en profundidad).


24 de noviembre de 2019.



No sé por dónde empezar... Me cuesta mucho hablar de esto, sobretodo del tiempo que pasé en la UTCA -más abajo explico-. Yo me mudé el 9 de noviembre de 2018, todo bien hasta que en diciembre (unas semanas antes de navidad) empecé a notar conductas que sabía que no eran buenas, que podían llevarme por el mal camino de nuevo... Lo llevé en silencio hasta que me armé de valor y el 23 de enero de 2019 pedí la tarjeta de desplazado para tener un médico de cabecera asignado y poder ir. El 31 de enero tenía cita, me volví a armar de valor y fui a contarle mi historia y mi pasado. La doctora no tuvo dudas, me mandó un análisis de sangre completo y además me derivó al lugar correspondiente en el que me podían atender mejor y me dijo que allí decidirían si me mandaban a la UTCA de la zona que me correspondía o me trataban allí. Me dieron cita para unas semanas más tarde... El 22 de febrero acudí, el psiquiatra que me atendió tampoco tenía dudas... Era una recaída... Sí, no os lo voy a ocultar cuando estoy contando esto, recaí. Se planteó derivarme a la UTCA de mi zona de residencia pero me dio un mes para “estabilizarme” o me derivaba, además me mandó medicación. Era volver a la lucha sí o sí. Pasó ese mes, volví a la consulta y no se lo pensó dos veces, me mandó directamente a la UTCA en marzo de 2019, el psiquiatra de ésta estaba de baja laboral por lo que me comentó que hasta que no volviera no me llamarían pero ya estaba derivada... Volvió a atenderme dos consultas más y tuve una consulta con la psicóloga y recibí la llamada... Era 7 de mayo por la tarde, me llamaban para cambiarme la cita que tenía para el día siguiente (que nadie me había comunicado, al igual que nadie me comunicó una que tenía el 26 de abril con el psicólogo de la UTCA), y me cambiaron la cita para el 4 de junio.

Recuerdo los días previos al 4 de junio con nervios internos por miedo a esa consulta, todavía no había aceptado que estuviera en una recaída... Hay personas con las que estuve los días previos a esa cita que cuando lean esto se estarán enterando de esto o confirmando sus sospechas...

No cenas, no desayunas, ¿no comes nada?”, esta fue una frase de un familiar el 2 de junio y yo me intentaba hacer creer que era una mala racha y que debía convertirla en una simple mala racha... Qué irónica yo... Esa noche cené con una persona, en la que salió nuestro pasado, y yo intenté disimular que estaba pasándolo mal por la comida, intenté que no se notase, pero me costó mucho comerme ese plato de pasta. Intenté hacer como que todo iba bien pero realmente no, pero no quería que se notase en absoluto, pero creo que esa persona en algún punto pudo sospechar que yo pasaba por una recaída...

Dos días más tarde tenía consulta en la UTCA, y tras pesarme la auxiliar de enfermería (que pese a que no nos llevábamos muy bien le guardo un gran aprecio) pasé a consulta y me volvieron a confirmar que había recaído en el TCA, me mandaron un análisis de sangre y una prueba y me dijeron que entraba en el comedor... Pese a haber sido yo la persona que por voluntad propia en su día se armó de valor y decidió pedir ayuda porque veía que algo no iba bien no era capaz de asimilar que eso estaba sucediendo... Que no necesitaba más confirmaciones de la recaída y que encima tenía que aceptarlo, asimilarlo y entrar en el Hospital de Día. Por circunstancias personales no comencé al día siguiente en el Hospital de Día pero sí tres días más tarde...

Tengo algo de lagunas de cuando salí de la consulta, pero recuerdo que llamé a mi hermana para contárselo y le pedí que por favor no se lo contase a nuestro padre, porque yo no estaba preparada aún, fue un shock muy grande para mí, me costó admitir que realmente eso era una recaída, pero no sabía cómo decírselo a mi padre.

Recuerdo que yo comenzaba en la UTCA el 7 de junio y hasta que no terminé mi primer día en el comedor no le dije nada a mi padre.

Era 7 de junio, me habían citado a las 14:15-14:20 para explicarme un poco cómo iba todo, y con mis miedos y mis inseguridades acudí, llamé al timbre y me abrió una mujer, recuerdo que se quedó con una cara dudosa de quién era yo pero por detrás de ella estaba el psiquiatra que tres días atrás me había atendido y le dijo que me llevase con la enfermera, otra mujer muy agradable. Resumidamente, había visto a prácticamente todos los profesionales pero sobre todo a las tres personas que más tiempo pasarían conmigo... Enfermera, auxiliar de enfermera y terapeuta ocupacional.

La enfermera me dijo por encima algunas cosas y me dijo que me diría conforme se acordase las demás, bajo mi opinión, quizá eso fue un error, porque de haber sabido todas las normas, todas las cosas y todo lo que debería haber sabido quizá hubiese cometido menos errores -tampoco voy a dar muchos detalles-.

Pasé a la Sala Multiusos, no me asignaron taquilla hasta el día siguiente, que sería el lunes 10 de junio, pero ese día, pasé a esa sala, me presentaron a los demás pacientes, hablamos un poco, y de repente... “Toc-toc”, la comida ya estaba en el comedor... 45 minutos había para comer. Vigilancia por dos personas. Mi ansiedad aumentó de una manera brutal... Lágrimas y más lágrimas ante el primer plato, no os voy a mentir.

[...]






Siendo sincera, no estoy preparada para contar en profundidad esto, pero pese a sus malos momentos en la UTCA, pese a mis quejas internas y pese a varias cosas, doy las gracias por el tiempo que me ayudaron. Actualmente, estoy dada de alta y derivada pero no se descarta que me vuelvan a mandar ahí. No estoy recuperada, no estoy curada, pero no se termina el mundo, sigo luchando por recuperarme, sigo luchando por vivir, sigo luchando porque esto se quede en pasado de una vez.



Un día entraré en profundidad en este tema, hablaré de lo que hice en ese tratamiento con el fin de ayudaros (siempre para bien).





Esta entrada la quiero subir precisamente este día, por el día que es... 30 de noviembre, Día Internacional de la Lucha Contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria, porque quiero transmitiros un mensaje:

'No vale con sobrevivir, hay que vivir. No pasa nada si se tropieza en el camino y se retrocede, aunque creas que no eso te ayuda para impulsarte y avanzar con más fuerza. Luchad con todas vuestras fuerzas, la lucha es nuestra y vamos a ganar cada batalla, incluso la guerra. Somos más fuertes que la enfermedad. No somos menos por sufrir un TCA, vamos a curarnos, vamos a ganar esta gran batalla. No es el momento de rendirse. Quereros más que nunca y que nadie.'






¡Muchas gracias!



Un abrazo enoorme.




#DíaInternacionaldelaLuchaContralosTCA #PonteelLazoAzul #30N

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Vas a ganar la batalla, vais a ganar la batalla, vamos a ganar la batalla.

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