Sé que hace mucho tiempo que no
publico por unas cosas u otras, y que debería estar publicando, pero
he estado liada, de viaje, y ahora que he vuelto a la rutina quiero
volver a involucrarme en este blog, porque sé que puede ayudar a
muchas personas.
Esto está escrito sobre la marcha, y
voy a hablar sobre mi experiencia desde el momento que empezaron a
haber pequeños cambios en mí camino a una recuperación.
Era 9 de abril de 2014, yo iba con
miedo, realmente no quería ir, porque yo aún no admitía que
necesitaba ayuda -error por mi parte-, pero me recibió aquella tarde
del miércoles 9 de abril la nueva psiquiatra, en este caso la
sustituta, pero dejaba atrás varios intentos fallidos de
recuperación y comenzaba en otro lugar, con miedo pero no me
arrepiento. Me recibió, me dio de nuevo el diagnóstico que me
habían dado anteriormente, me cambió la medicación, y aquel día
comenzó mi andadura en ese centro -gracias a su ayuda yo estoy
escribiendo esto-. Me dieron cita con la nueva psicóloga para el día
16 de abril de 2014, era jueves, y recuerdo perfectamente como era
terapia familiar, esa terapia fue demasiado larga, duró casi dos
horas. Sinceramente, yo no quería estar ahí, no, no quería, pero
comenzó ya mi trayectoria, cada semana tenía cita con la psicóloga,
una vez al mes terapia familiar, una vez cada X tiempo psiquiatra y
nutricionista. Conforme iba mejorando se fueron alargando más las
citas.
Hace casi tres años que empecé en
Afectamur, pero a día de hoy me acuerdo de cuando mi psicóloga me
decía que la primera vez que fui estaba muy apagada -no lo recuerdo
pero no lo desmiento, no quería estar ahí-, y que cada semana me
vio más optimista, que yo dejaba ahí energía positiva y me iba con
más energía. Cuando empecé a recuperarme recuerdo un día que una
chica que estaba comenzando allí, no quería estar, me puse a hablar
con ella, le ofrecí mi número para ayudarle con lo que necesitase,
con esto quiero decir que afirmo lo que decía mi psicóloga. Mi
psicóloga decía que desprendía alegría, que tenía ganas de
recuperarme y ponía de mi parte, recuerdo cada uno de los deberes
que me mandó estando en terapia.
He de reconocer que yo hacía una
comida al día o ninguna, y firmé el 7 de julio de 2014 un
compromiso con mi psicóloga, hacer 5 comidas al día, le dije que no
lo iba a conseguir de golpe, pero lo intenté poco a poco, y en
noviembre de 2014 lo conseguí, no sólo gracias a su ayuda y mi
esfuerzo, sino a otra chica que estaba mucho más recuperada que yo e
iba a esa asociación y quedábamos cada dos fines de semana, digamos
que volvió a enseñarme a comer.
Poco a poco fui recuperándome, ¿y
cómo? Con mucho esfuerzo, con ganas de luchar, cuando me caía me
levantaba, haciendo los deberes que me mandaba mi psicóloga, tomando
la medicación, con muchos post-it, con textos, con desahogos, con
miles de cosas, que a día de hoy conservo, por ejemplo, algunos
ejercicios que me mandaba los sigo teniendo en la pared, otros
guardados y uno de ellos en mi escritorio, muchos post-it siguen
puestos, otros en libretas que usaba en 2014-2015-principios de 2016.
De aquí no se sale de la noche a la
mañana ni por arte de magia, hay que poner mucho de sí mismo, y
ante todo querer curarse. Yo entré bastante mal y respondí al
tratamiento. No hay un tiempo exacto para recuperarse, unos tardan
más y otros tardan menos.
Sigo yendo a Afectamur, pero desde
julio no tengo cita con la psiquiatra, el 1 de febrero tengo que
volver a la psiquiatra, con la psicóloga no he vuelto a ir desde el
27 de junio de 2016, me dio vacaciones y no ha vuelto a darme cita. Y
con la nutricionista no voy desde septiembre. De ir cada muy poco
tiempo a ir cada meses y meses.
Realmente, y voy a ser sincera, yo no
me veía capaz de salir de ahí, no, no me veía capaz, estaba en el
fondo del pozo, no, lo siguiente, había hecho un agujero en el fondo
y me había ido más abajo.
Desde que entré en este centro me dí
cuenta que quería estudiar Psicología y especializarme en
Psicología Clínica, ¿por qué? Quiero ayudar con otras personas
que pasan, han pasado o podrían pasar por lo que yo pasé.
La primera vez que me llevaron a ver si
ponían solución a esto es cuando mi hermana alertó a mis padres, y
aunque en ese momento me cabreé muchísimo, a día de hoy se lo
agradezco como nadie.
A día de hoy quiero luchar por mis
sueños, ser psicóloga, vivir en Madrid, publicar un libro contando
mi experiencia para ayudar a otras personas, en otros muchos sueños
que tengo en mi vida.
Si yo he podido, y puedo, ¿por qué no
vas a poder tú? Claro que no es fácil, claro que no, y claro que no
se consigue de un día para otro, pero con esfuerzo y constancia sí.
Si pasas por esto, depresión, cualquier problema relacionado o sabes
de alguien que pasa por esto, pide ayuda o hazle ver que debe pedir
ayuda, con ayuda profesional de todo se sale.
Yo en lo que pueda puedo ayudaros, pero
al fin y al cabo yo no soy médico para diagnosticar nada a nadie,
pero sí puedo ayudar desde mi experiencia, que por suerte o
desgracia, no es pequeña.
Lo he escrito sobre la marcha, como he
dicho al principio de la entrada, pero aunque haya sido sobre la
marcha, si lo he escrito es por algo, es decir, mi interior
necesitaba sacarlo para vosotros.
Y de verdad, espero publicar mucho más
frecuente.
Y con esta entrada, me despido hasta la
próxima, espero que hayáis tenido un buen inicio de año, ¿y qué
deciros? Que no os rindáis, luchar y ser fuertes. De todo se sale.
Esfuerzo y constancia.
Stay Strong.
¡Hasta la próxima!
¡Un abrazo!