Era septiembre, yo
no quería ir al psicólogo, fui obligada. Mi padre le contó lo que me pasaba y
el psicólogo pasaba, no sabía cómo tratar el tema… Yo realmente ya no quería
volver allí, no me ayudaba.
En dos semanas
perdí 8 kg, no comía, vomitaba, de todo.
Una noche estaba con amigos en la calle, me mareé y me caí, vi las estrellas, y
no las del cielo precisamente.
Dos días antes que
empezase el instituto me cambié de instituto, aceptaron mi solicitud al final,
y conseguí cambiarme.
Yo seguía bajando de
peso, mi meta era 32 kg. Mis padres ya no sabían qué hacer conmigo. Yo les
decía que no quería ir a ese psicólogo, que yo no estaba enferma.
Me pasaron cosas en
el amor y empeoré en la comida y me tomé pastillas de más..
Así meses y meses, ya no podía, me encerraba en mí misma,
no quería salir ni nada, necesitaba quedarme en la cama pero no sabéis lo malo
que es eso, es dejarle espacio a la tristeza y no, cuando no tengáis ganas de salir
no os quedéis en la cama porque esa tristeza aumentará.
Llegó final de curso
de 2012-2013 y empecé a cortarme, necesitaba desahogarme de alguna forma y vi
que esa era una opción pero no sabéis lo que me equivocaba, cortarse no es una
opción. Cortarse para desahogarse no duele porque el dolor de dentro es mucho
mayor pero las cicatrices se quedan, y realmente no te alivia porque al rato
tienes cortes pero los problemas no se han ido, por eso, nunca os cortéis.
Ese verano perdí
muchísimo peso, bastante peso..
Comenzó un nuevo
curso, 2013-2014. Luché muchísimo por ese curso para no quedarme sin ir al
Where We Are, tenía entradas y sí me quedaba alguna o no mejoraba en la comida
no iba, luché por aprobar todas, aunque en la comida no mejoré, y conseguí
cumplir mi sueño el 10 de julio de 2014 en Madrid, en el Estadio Vicente
Calderón.
Bueno, vuelvo al
curso, 2013-2014, empezó el curso y bueno, yo seguía mal con la comida, cuando
mis padres salían y mi hermana no estaba no querían dejarme sola, le decían a
cualquier amiga o amigo mío que se viniese a mi casa a vigilarme.
En navidad de 2013
sufrí dos intentos de suicido, lo pasé fatal, yo quería acabar ya con todo pero
me salió mal el intento..
Seguí aguantando,
luchando por el curso.
Empecé a ir al
psiquiatra, conseguí cambiarme de psicólogo. El psiquiatra me mandó medicación
y le dijo a mi padre que me llevase a una asociación de Murcia pero mientras
tanto me mandó con la enfermera de la Seguridad Social.
A las dos semanas de
estar yendo con la enfermera todas las semanas le dijo a mi padre que estaba
muy mal y que tenía que ir a esa asociación, que cómo estaba yo ellos no podían
tratarme. Ahí fue cuando mis padres decidieron llevarme a esa asociación, pero
antes de llevarme sufrí varios intentos de suicido, una amenaza de lipotimia en
el instituto, perdí el movimiento de la mano durante unas horas por los cortes
que llevaba en el brazo. Mi tutor y dos profesores más me obligaron a comer, no
había almorzado ni desayunado ni recordaba la última vez que había comido algo.
Mi tutor llamó a mi
padre porque no estaba en condiciones de seguir allí, los jefes de estudios me
curaron los cortes, una profesora me daba de comer y una amiga estuvo ahí
conmigo.
Cuando llegó mi
padre me acompañó al aseo para que no vomitase y me llevó a casa, y me acosté
en la cama hasta la hora de comer.
Ahí mis padres
decidieron que tenía que ir al centro, llamaron y el 9 de abril fue mi primera
vez ahí, yo no quería ir, pero ahora no me arrepiento.
La psiquiatra me
cambió la medicación y me dijo que tenía que ir con la psicóloga y la
nutricionista.
El 16 tuve mi
primera terapia familiar, y tuve pocas más porque me negué a tenerlas.
Tenía que ir con la
psicóloga todas las semanas y claro, había que pagar (en otra entrada hablaré
de lo que cuesta y todo eso).
Las primeras
terapias individuales salía mal, llegaba a mi casa y me acostaba, no quería
nada, no acababa ni los deberes y sí tenía examen me daba igual que mi cabeza
no me dejaba…
Pero ya más adelante
me fui acostumbrando, y me ayudaba mucho.
En mayo empecé con
la nutricionista, y al principio yo me negaba a comer pero al cabo de meses lo
conseguí.
Al principio no notas si te están ayudando o no, eso
lo notas con el tiempo, y si no pones de tu parte no te ayudan.
En la próxima entrada hablaré de los profesionales que me trataron y me están tratando, se merecen tener un hueco en este blog.
Y la semana que viene escribiré la parte 3 de mi historia.
Un abrazo muy fuerte.