sábado, 30 de noviembre de 2019

No vale con sobrevivir, hay que vivir.

¡Hola! 

Hoy vengo a compartiros un mini texto que escribí el 30 de junio de este año. 
¿Qué quiero deciros con esto? Que cuando no sabemos cómo estamos no pasa nada, no debemos presionarnos por saberlo, podemos tener días así, solo hay que aceptarlos tal y como vienen, querernos y seguir luchando. 



                                                                                                  '30/06/2019

Hay días que me veo mejor o peor, eso no lo voy a negar. Días en los que tiraría todo por la borda y otros en los que lucharía un poco más, en los que no me rendiría tan fácil, pero otros... Otros mejor ni comentar. Hoy no sé en qué día me encuentro, si influye el calor o no. O la mini resaca. Yo ya no lo sé, pero aquí estoy, aguantando un día más, o sobreviviendo pero... No hay que sobrevivir, hay que vivir. Y es algo que también debo aplicarme yo, así que nada... Toca aplicarse: "No vale con sobrevivir, hay que vivir."

Stay strong.
        
                                                                                                            Bea.'





No, no vale con sobrevivir, hay que vivir, porque merecemos vivir, disfrutar y aprovechar esta vida, merecemos estar bien, merecemos querernos. Hay días que no sabremos cómo estaremos pero no pasa nada, al igual que no pasa nada si nos caemos, cogemos impulso y seguimos. Y ya sé que no es tan fácil como se dice pero si yo pude una vez y estoy luchando por volver a conseguirlo, ¿por qué vosotros no? 
Y que yo haya tenido una recaída no significa que vosotros la vayáis a tener también. Luchad por recuperaros, luchad por vuestra vida, luchad por vivir.
Que los únicos números que os importen sean los años y no lo que marca una báscula.

Quereros como nunca y como nadie.

Mucha fuerza. Sois unos guerreros.

Un abrazo.

El camino no es fácil pero se puede.

¡Hola!

Hoy estoy leyendo desahogos/textos que he escrito en algún momento de mi vida y hay alguno que quiero compartir con vosotros, para que veáis que hay salida. Podría compartir otros para que veáis también que yo también he suplicado ayuda, que necesitaba reencontrarme, que me sentía y veía muerta en vida pero ahora mismo no creo que lo comparta, pero tengo la sensación que si lo compartiera con vosotros también os podría ayudar, porque la enfermedad no es un camino de rosas, no es una alegría, tiene sus momentos, sus días, mejores o peores pero no es un camino de rosas, hay que batallar mucho para que la enfermedad no gane, pero hoy os comparto uno de esos textos que escribí para impulsarme, para no rendirme, para seguir luchando, para motivarme. Y espero que si os veis en algún momento débiles vosotros también lo hagáis, merecéis recuperaros, merecéis vivir.

'26 de diciembre de 2018.

Puedes caer pero eso no significa rendirse, caer sirve para impulsarte. Te van a ayudar a salir a flote. Lucha. No te rindas. Vales mucho. Mántente fuerte. Tú puedes. Cree en ti, cree en que puedes lograrlo. Te van a ayudar. Todo lo malo va a acabar. Lucha. Ánimo. Eres muy fuerte. Todo va a mejorar. No pasa nada si caes porque te vas a impulsar para volver a resurgir. Lucha. Tú puedes. Eres una guerrera. Ánimo. Lucha. No te rindas. Tú puedes. Caer no es rendirse. Lucha por salir a flote, tú lo vas a lograr. Sonríe. Mántente fuerte. Todo lo malo va a acabar. Vas a salir a flote. Pronto.
Ánimo. 
                                                                                                                                                         Bea.


No es de mis mejores textos, no os lo voy a negar, pero me apetecía compartiros, porque no siempre tenemos momentos de lúcidez para escribir pero lo necesitamos, no siempre todo sale bien, pero me alegro de compartiros hasta textos en los que veo repeticiones, imperfecciones, etc, porque para el perfeccionismo conmigo misma me viene muy bien, me viene para reflexionar, para darme cuenta que no debo exigirme tanto, y a vosotros os digo lo mismo, no os exijáis más de lo que podáis dar, quereros tal y como sois.

Se puede salir de un TCA, no os rindáis, luchad.

Un abrazo.

26 de noviembre de 2015.

¡Hola! Hoy quiero compartir con vosotros un pequeño texto que escribí hace cuatro años en un día que necesitaba fuerza para no rendirme (estaba en fase de pre-alta unos 11 meses).



'26 de noviembre de 2015.

Hoy es la consecuencia de ayer y el antecedente de mañana.
Solamente puedo decirme: "Bea, mántente fuerte, y no dejes que la dichosa enfermedad te gane, eres fuerte."
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                        Bea.'

No es el momento de rendirse, no, es el momento de impulsarse y seguir luchando. Si estáis en un momento débil ahora mismo no toméis la primera decisión que se os pase por la cabeza. Parad, respirad y seguid caminando hacia la meta: la recuperación.



Un abrazo enoorme.

Stay Strong.

Me despido de ti.

¡Hola! 
Hace un tiempo escribí un texto que hoy quiero compartir con vosotros. Es un texto que escribí como despedida al tca, sigo luchando por recuperarme pero aún así quiero compartirlo y deciros que se puede, luchad por recuperaros, cada pasito hacia delante es un pasito hacia la recuperación.

Me despido de ti.

Me has acompañado interrumpidamente casi 9 años y no quiero seguir a tu lado, no quiero que me acompañes más, quiero volver a vivir, no me vale con sobrevivir, no me vale con pasar el tiempo, no, quiero volver a vivir, volver a empezar, quiero comenzar esta andadura sin ti. No te quiero en mi vida, no vuelvas a encenderte, apágate para siempre.
No quiero ni una visita más, no te quiero aquí.
Han sido nueve años con subidas y bajadas, con incluida la recuperación, pero volví a caer, apareciste en un momento de mi vida que estaba escasa de fuerzas y te aprovechaste de ello, atacaste con la fuerza necesaria para no dejarme actuar, para no poder frenarte, pero ahora tengo la fuerza suficiente para decirte que no te quiero más aquí, que te apagues totalmente y no vuelvas a encender.
Quiero volver a empezar, volver a vivir, quererme y disfrutar de cada pequeño momento de la vida. Hazme el favor de no volver a aparecer por aquí.


Sed fuertes, podéis con esto. No es el momento de rendirse.
Stay strong. 

Un abrazo.

viernes, 29 de noviembre de 2019

Jamás pensé que fuese a subir esto... Parte 1. Día Internacional de la Lucha Contra los TCA.

¡Hola a todos! Hace mucho que no me paso por aquí, no me encontraba preparada para escribir aquí, sentía decepción conmigo misma, también hacia el resto pero sobretodo hacia mí misma. No podía contaros algo que en ese momento no estaba sintiendo, que en ese momento en mi vida no era así.



Voy a compartir algo que escribí hace unos días (y que algún día continuaré y entraré en profundidad).


24 de noviembre de 2019.



No sé por dónde empezar... Me cuesta mucho hablar de esto, sobretodo del tiempo que pasé en la UTCA -más abajo explico-. Yo me mudé el 9 de noviembre de 2018, todo bien hasta que en diciembre (unas semanas antes de navidad) empecé a notar conductas que sabía que no eran buenas, que podían llevarme por el mal camino de nuevo... Lo llevé en silencio hasta que me armé de valor y el 23 de enero de 2019 pedí la tarjeta de desplazado para tener un médico de cabecera asignado y poder ir. El 31 de enero tenía cita, me volví a armar de valor y fui a contarle mi historia y mi pasado. La doctora no tuvo dudas, me mandó un análisis de sangre completo y además me derivó al lugar correspondiente en el que me podían atender mejor y me dijo que allí decidirían si me mandaban a la UTCA de la zona que me correspondía o me trataban allí. Me dieron cita para unas semanas más tarde... El 22 de febrero acudí, el psiquiatra que me atendió tampoco tenía dudas... Era una recaída... Sí, no os lo voy a ocultar cuando estoy contando esto, recaí. Se planteó derivarme a la UTCA de mi zona de residencia pero me dio un mes para “estabilizarme” o me derivaba, además me mandó medicación. Era volver a la lucha sí o sí. Pasó ese mes, volví a la consulta y no se lo pensó dos veces, me mandó directamente a la UTCA en marzo de 2019, el psiquiatra de ésta estaba de baja laboral por lo que me comentó que hasta que no volviera no me llamarían pero ya estaba derivada... Volvió a atenderme dos consultas más y tuve una consulta con la psicóloga y recibí la llamada... Era 7 de mayo por la tarde, me llamaban para cambiarme la cita que tenía para el día siguiente (que nadie me había comunicado, al igual que nadie me comunicó una que tenía el 26 de abril con el psicólogo de la UTCA), y me cambiaron la cita para el 4 de junio.

Recuerdo los días previos al 4 de junio con nervios internos por miedo a esa consulta, todavía no había aceptado que estuviera en una recaída... Hay personas con las que estuve los días previos a esa cita que cuando lean esto se estarán enterando de esto o confirmando sus sospechas...

No cenas, no desayunas, ¿no comes nada?”, esta fue una frase de un familiar el 2 de junio y yo me intentaba hacer creer que era una mala racha y que debía convertirla en una simple mala racha... Qué irónica yo... Esa noche cené con una persona, en la que salió nuestro pasado, y yo intenté disimular que estaba pasándolo mal por la comida, intenté que no se notase, pero me costó mucho comerme ese plato de pasta. Intenté hacer como que todo iba bien pero realmente no, pero no quería que se notase en absoluto, pero creo que esa persona en algún punto pudo sospechar que yo pasaba por una recaída...

Dos días más tarde tenía consulta en la UTCA, y tras pesarme la auxiliar de enfermería (que pese a que no nos llevábamos muy bien le guardo un gran aprecio) pasé a consulta y me volvieron a confirmar que había recaído en el TCA, me mandaron un análisis de sangre y una prueba y me dijeron que entraba en el comedor... Pese a haber sido yo la persona que por voluntad propia en su día se armó de valor y decidió pedir ayuda porque veía que algo no iba bien no era capaz de asimilar que eso estaba sucediendo... Que no necesitaba más confirmaciones de la recaída y que encima tenía que aceptarlo, asimilarlo y entrar en el Hospital de Día. Por circunstancias personales no comencé al día siguiente en el Hospital de Día pero sí tres días más tarde...

Tengo algo de lagunas de cuando salí de la consulta, pero recuerdo que llamé a mi hermana para contárselo y le pedí que por favor no se lo contase a nuestro padre, porque yo no estaba preparada aún, fue un shock muy grande para mí, me costó admitir que realmente eso era una recaída, pero no sabía cómo decírselo a mi padre.

Recuerdo que yo comenzaba en la UTCA el 7 de junio y hasta que no terminé mi primer día en el comedor no le dije nada a mi padre.

Era 7 de junio, me habían citado a las 14:15-14:20 para explicarme un poco cómo iba todo, y con mis miedos y mis inseguridades acudí, llamé al timbre y me abrió una mujer, recuerdo que se quedó con una cara dudosa de quién era yo pero por detrás de ella estaba el psiquiatra que tres días atrás me había atendido y le dijo que me llevase con la enfermera, otra mujer muy agradable. Resumidamente, había visto a prácticamente todos los profesionales pero sobre todo a las tres personas que más tiempo pasarían conmigo... Enfermera, auxiliar de enfermera y terapeuta ocupacional.

La enfermera me dijo por encima algunas cosas y me dijo que me diría conforme se acordase las demás, bajo mi opinión, quizá eso fue un error, porque de haber sabido todas las normas, todas las cosas y todo lo que debería haber sabido quizá hubiese cometido menos errores -tampoco voy a dar muchos detalles-.

Pasé a la Sala Multiusos, no me asignaron taquilla hasta el día siguiente, que sería el lunes 10 de junio, pero ese día, pasé a esa sala, me presentaron a los demás pacientes, hablamos un poco, y de repente... “Toc-toc”, la comida ya estaba en el comedor... 45 minutos había para comer. Vigilancia por dos personas. Mi ansiedad aumentó de una manera brutal... Lágrimas y más lágrimas ante el primer plato, no os voy a mentir.

[...]






Siendo sincera, no estoy preparada para contar en profundidad esto, pero pese a sus malos momentos en la UTCA, pese a mis quejas internas y pese a varias cosas, doy las gracias por el tiempo que me ayudaron. Actualmente, estoy dada de alta y derivada pero no se descarta que me vuelvan a mandar ahí. No estoy recuperada, no estoy curada, pero no se termina el mundo, sigo luchando por recuperarme, sigo luchando por vivir, sigo luchando porque esto se quede en pasado de una vez.



Un día entraré en profundidad en este tema, hablaré de lo que hice en ese tratamiento con el fin de ayudaros (siempre para bien).





Esta entrada la quiero subir precisamente este día, por el día que es... 30 de noviembre, Día Internacional de la Lucha Contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria, porque quiero transmitiros un mensaje:

'No vale con sobrevivir, hay que vivir. No pasa nada si se tropieza en el camino y se retrocede, aunque creas que no eso te ayuda para impulsarte y avanzar con más fuerza. Luchad con todas vuestras fuerzas, la lucha es nuestra y vamos a ganar cada batalla, incluso la guerra. Somos más fuertes que la enfermedad. No somos menos por sufrir un TCA, vamos a curarnos, vamos a ganar esta gran batalla. No es el momento de rendirse. Quereros más que nunca y que nadie.'






¡Muchas gracias!



Un abrazo enoorme.




#DíaInternacionaldelaLuchaContralosTCA #PonteelLazoAzul #30N

domingo, 9 de junio de 2019

Recomendación de un libro: "Seré frágil".

¡Hooola!

Hace unos años os recomendé este libro de Irene Alonso Vaquerizo

Y hoy os vengo a recomendar otro libro, "Seré frágil. UNA HISTORIA DE ANOREXIA EN LA QUE DECIDÍ VIVIR" de Beatriz Esteban. 

Beatriz Esteban comenzó escribiendo "Seré frágil" en Wattpad, más tarde decidió autopublicarlo y estuvo a la venta en Amazon, fue retirado porque una editorial contactó con ella queriendo publicar su novela. Con tan sólo 19 años publicó su primera novela, fue publicada por la Editorial Planeta el 17 de enero de 2017.


(A parte de estas novelas también publicaba otras en Wattpad. Y actualmente tiene tres novelas publicadas en tres editoriales diferentes, aunque hoy vengo a hablar de "Seré frágil", como he dicho al principio).


Sé que llego años luz tarde, esta publicación tenía pensada publicarla en 2017, pero nunca es tarde.

"Seré frágil" está basada en hechos reales pero también lleva ficción. Beatriz quiso contar su experiencia a través de este libro, y bajo mi opinión, lo consiguió con creces.


¿De qué trata? Relata la experiencia con un trastorno de la conducta alimentaria, en este caso, la anorexia nerviosa.


<<Hace cinco años perdí mucho más que unos cuantos kilos: perdí toda la esperanza. Parte de mi vida está en esta historia, que es el fruto de todo lo que aprendí en ese tiempo. Espero que sirva para comprender lo que es un trastorno alimenticio, cómo afecta y desgasta a una persona, cómo mata.
Quiero dar un soplo de esperanza a todos los que, como yo, se han sentido insuficientes, solos e incomprendidos.
Quiero recordarles que su historia también es importante.>>
                                                                                                                                      Beatriz Esteban 

<<Nunca podré contar lo que me ocurrió si no hablo antes de ella. Todo ese sufrimiento, todas las guerras que he tenido que librar en mi cabeza, todo el odio; todo es por su culpa. Me llamo Sara y esta es la historia de cómo Sofia me hizo creer que sería feliz. Su voz no intentaba embellecerme, intentaba matarme.>>

 
Sara es una chica normal, con complejos, que nunca se ha sentido suficiente pese al amor de sus allegados. Su vida cambia tras la muerte de Sofía, una compañera suya de clase, después de luchar durante años contra la anorexia. Los padres de Sofía le entregan el diario de ésta a Sara en el funeral, alegando que lo encontraron bajo una nota con su nombre. Conforme va leyendo ese diario va conociendo el pasado de Sofía pero su presente se va contagiando de la mentalidad enferma de Sofía, donde más tarde, Sara es diagnosticada de anorexia nerviosa y comienza una lucha por salir de ese trastorno alimenticio. 

Beatriz Esteban quiere transmitir lo que se vive con un TCA, ayudar a otras personas y a que esto no sea tan tabú. Hay salida después de un TCA, hay que luchar, la guerra comienza pero la guerra la podemos ganar. Cada historia es importante, no somos menos que nadie.


¿Por qué recomiendo este libro? Porque me vi reflejada en él la primera vez que lo leí, pero además porque estoy segura que ayudó, ayuda y ayudará a muchas personas, tanto personas que pasan por un TCA, como familiares, amigos, etc, a entender mejor qué es esto.
Hay luz, hay vida, hay de todo después de la batalla, se puede ganar la guerra.
Hablar de los TCA ayuda, no debemos callarnos las cosas, compartir historias ayuda.

Muchas personas conocen lo externo de los TCA pero no lo interno, y creo que este libro les puede ayudar muy bien a entender a una persona que sufre un TCA por dentro, a cómo se siente, cómo se vive, etc.


A cada una de esas personas que luchan y batallan día tras día por ganar la guerra, por ganar a esa voz que les está matando, decirles que sigan luchando, que pidan ayuda, que no se rindan, porque hay luz, hay vida, y estoy segura de la vida que os espera después de este trance. Hay un antes y un después, esto nos cambia pero nos enseña muchísimo. No os rindáis, por favor, luchad con todas vuestras fuerzas.
Y a ti, si me estás leyendo, lucha, lucha, que vas a ganar la guerra, estoy segura, confío en ello, no dejes que la maldita enfermedad te ahogue y te mate, mátala tú y COMIENZA a vivir. (Esto también os lo digo a todos, luchad, hay luz al final del túnel).



Y a ti, Bea, que te dije hace dos años que recomendaría tu libro, y aunque ya ha pasado tiempo desde que te lo dije aquí está y aunque quizás no sea la mejor entrada que haya publicado quiero dedicártela a ti también, gracias por creer en mí, por animar a esa futura psicóloga, que algún día seremos compañeras de profesión, gracias por haber luchado por tu vida, por haber publicado este libro que estoy segura que ayudó, ayuda y ayudará a muchas personas.
Gracias por ser tan cercana a la gente, gracias por compartir tu historia a través de "Seré frágil". Sigue luchando, sigue viviendo, que vales muchísimo (te lo he dicho muchas veces, pero no me cansaré de decírtelo). Quiérete como nunca y como nadie. Sé que vas a ser una gran escritora (ya lo eres) y una gran profesional en tu trabajo. Gracias, de verdad.




Podéis comprar su libro en Fnac, El Corte Inglés, en Casa del Libro, en Amazon, en Planeta, y si lo pedís en vuestras librerías habituales también os los pueden conseguir.


Editorial: Planeta
Temática: Actualidad, biografías y memorias, autoayuda, autoayuda y superación, para padres, para adolescentes, trastornos alimenticios.
Número de páginas: 320.
No ficción.


Podéis saber más de Beatriz Esteban, sus otras dos novelas, de sus proyectos y un poco de salud mental en su página web.







Luchad, luchad hasta el final, se puede, que los únicos números que os importen sean los años y no lo que marque la báscula. Valéis muchísimo más que un número. Vuestra vida vale mucho más.

Mucho ánimo y mucha fuerza.

Hay salida, no lo olvidéis.

¡Un abrazo enorme!

Bea.

Reflexión último intento. Casi tres años después.

¡Hoola!

Han pasado casi tres años de mi último intento y de mi vuelta a la vida (para mí fue como volver a nacer). Aquel 18 de julio de 2016 lo tengo grabado en la mente y en la piel, hay un antes y un después en mi vida. (Aquí tenéis las entradas de mi último intento y la recuperación de mis primeros diez meses, también podéis encontrar lo que escribí cuando pasó un año de aquello).

Hace dos años aproximadamente hice una entrada sobre mi recuperación de los primeros diez meses, hoy quizá lo que quiero hacer es una reflexión de estos casi tres años, quizá no como tal, pero quizá sirva de algo y os haga ver que a corto y largo plazo hay salida, porque la hay. La vida no es un camino de rosas pero después de la oscuridad hay luz, y esa luz brilla más que nunca.

No voy a negar la realidad, mi recuperación fue dura, y lo que he dicho siempre, lo que a mí me sirvió para recuperarme y superarlo no tiene porqué servirte a ti, pero sí puede hacer ver que hay salida, que hay vida después de una caída y que esa vida que te espera es otra historia de tu vida, hay un antes y un después pero el después es para mejor.

En mi caso, casi al año de que esto sucediese, decidí irme de interrail por España sola, iban a ser cinco días y terminaron siendo siete. Es cierto que en las ciudades veía gente, que tenía dónde hospedarme y eso hizo que el interrail fuese más barato. Madrid, Valencia, Gandía, Murcia y Sevilla fueron las ciudades que hicieron que volviese siendo otra, pude reflexionar conmigo misma, pude ver las cosas de otra manera, y la verdad que me vino genial, pero como he dicho antes, eso no significa que a ti te vaya a beneficiar. Tampoco quiero decir que volviese totalmente recuperada pero con bastante trabajo hecho, me había encontrado estancada durante meses y ese interrail me impulsó a seguir, seguir luchando porque había -y hay- vida después de esa mala experiencia, en la que siempre agradezco que se me salvase, esa experiencia que tanto me enseñó, que para mí fue volver a nacer y como una última oportunidad para vivir la vida. También me ayudó muchísimo la ayuda de los profesionales.

Tengo recuerdos un poco difusos, pero sé que poco a poco fueron quitándome toda la medicación que había estado tomando al principio, a los 10 meses ya tomaba solo una pastilla y media, y cada día veía más luz a la vida.

No sé en total cuánto duró mi recuperación respecto a ese último intento. Pero casi tres años después puedo decir que eso forma parte del pasado, que hay un punto y coma antes y después de ese 18 de julio, y que quiero seguir viviendo, que quiero ver como llego a conseguir todo lo que me queda por vivir, quiero ver a esa futura psicóloga, no quiero que sólo esté en mi mente, no, quiero verlo, quiero ver como sigo consiguiendo cada pequeña meta. Y ojalá, esas personas que no creyeron en que lo superase, en que llegase a recuperarme o que no creen que llegue a ser psicóloga (o quizá no vean bien esa decisión) decirles que deberían de ver la sonrisa de tonta que se me ha puesto al escribir este párrafo, concretamente, nombrando a esa futura psicóloga que seré. 

Nunca es tarde para conseguir algo, pero a veces es tarde para vivir. Comienza a vivir, da paso a paso, no dejes que la luz que hay en tu interior se apague, haz que cada vez sea más y más fuerte, que brille siempre. No olvidéis que hay salida, que esto no es un estilo de vida y que todo se puede superar.

¡Muchísima fuerza y muchísimo ánimo!

Never give up.

Bea.

Vas a ganar la batalla, vais a ganar la batalla, vamos a ganar la batalla.

¡Hola! Hoy quiero hablar un poco de mi 2019 para transmitir que no debemos perder la esperanza, que se puede, que hay salida, y para pedi...